Debido a que el transporte público representa un punto de contagio del virus de influenza, no se bajará la guardia en la aplicación de medidas de higiene y sanidad, pese a que la Ciudad de México se encuentra en alerta amarilla”, advirtió el secretario de Transportes y Vialidad, Armando Quintero Martínez.
Durante un recorrido de supervisión a conductores del transporte público para verificar que cumplieran con las medidas acordadas por las secretarías de Salud federal y local tendientes a reducir la propagación del virus de influenza AH1N1, el servidor público reconoció que conductores han relajado su responsabilidad y que por tanto se incumpla con las indicaciones de salud.
Por ello, subrayó que la autoridad capitalina “no bajará la guardia” y mantendrá una “constante vigilancia de las unidades y operadores a efecto de garantizar a la población su salud”, hasta no se decrete un cambio en la alerta epidemiológica.
En el cruce de las avenidas Cuauhtémoc y Baja California, donde se montó el operativo de supervisión, Armando Quintero reiteró que estas disposiciones deberán cumplirse tanto en el servicio de transporte público concesionado (taxis y microbuses) como en el que opera el gobierno capitalino.
Indicó que en el caso de que conductores no cumplan con las recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud en cuanto a utilizar cubrebocas y guantes en las manos, estarán sujetos a sanción, consistente en remisión al “corralón” por cinco días y el pago de 50 pesos por uso de piso.
Informó que desde que comenzó este operativo de supervisión de sanidad e higiene en el transporte público –hace dos semanas–, la dependencia a su cargo ya envió al “corralón” a 18 taxis y cinco microbuses, debido a que los operadores no cumplían con las recomendaciones señaladas por las autoridades de salud federal y local.
Acompañado por inspectores de vialidad, Quintero Martínez supervisó que taxistas y conductores de microbuses que circulaban por la colonia Roma cumplieran con el uso de cubrebocas y guantes, pues de esta manera se asegura que tanto usuarios como los prestadores del servicio no sean susceptibles de contagio.
“Pese a que resulta incómodo traer cubrebocas y guantes, es importante que se sigan las prevenciones de emergencia, ya que los conductores tienen contacto frecuente con personas y con el dinero, pero la medida es obligatoria. Es por su bien”, añadió.
La Setravi continuará con este tipo de operativos de supervisión en taxis y microbuses en distintos paraderos, avenidas y calles del Distrito Federal para evitar que un rebote en la propagación del virus.
Exhortó tanto a conductores de microbuses como de taxis a que continúen con la solidaridad y el compromiso de cumplir con todas las medidas de salud declaradas por las autoridades, ya que de esta manera se actuará de manera unida en el control de virus.