Ante la situación por la que atraviesa la industria automotriz a nivel mundial, lo importante para México es la capacidad que tiene un gobierno para reaccionar a tiempo a las situaciones difíciles que surgen día con día.
Indicó Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en conferencia de prensa realizada junto con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Industria Nacional de Autopartes (INA).
Solís aseguró que la entrada de vehículos usados al país, no sólo ha debilitado de manera importante al mercado nacional, sino que ha convertido a México en el traspatio del parque vehicular de los Estados Unidos.
México, dijo, no cuenta con un esquema que le permita verificar en la frontera las condiciones físico-mecánicas de seguridad, así como de emisiones. Se trabaja con el Gobierno Federal, urgiéndolo a tomar las medidas pertinentes al respecto que al mismo tiempo permitan reactivar el mercado mexicano, como se hace actualmente en otros países.
“Los principales países productores están fortaleciendo y voltean hacia su mercado interno para sacar adelante esta industria. Desde estos micrófonos, la industria urge a todos los involucrados, incluyendo al Gobierno Federal y a los gobiernos estatales, a realizar un esfuerzo conjunto para reactivar nuestra industria.
“Una industria que en ocasiones representa el 21% de nuestras exportaciones y más del 17% de la industria de la manufactura. En este país más de 1 millón de empleos dependen de esta industria, de ahí la urgencia de trabajar de manera conjunta para tomar las medidas que se requieran de manera urgente”.
Por su parte José Gómez Báez, presidente de AMDA, se refirió al índice de confianza que al ir en caída afecta notablemente la decisión de compra de un vehículo, un ciclo que podría romperse con incentivos.
El mercado global está afectado por ese índice de confianza negativo. “Seguimos en desacuerdo en que se hayan flexibilizado las normas para importar vehículos, específicamente para la zona fronteriza. No hay dos países, es uno sólo y debemos trabajar con las mismas reglas”.
Es tiempo, señaló, de tomar las medidas e incentivar al mercado y no se puede esperar a que la caída sea mayor. En febrero, continuó, se comercializaron 131 mil 242 vehículos, lo que implica una caída de 28.6%. El segmento de camiones pesados tuvo un descenso de 50%.
En cuanto a marcas, Nissan, General Motors, BMW, Fiat, Lincoln y Volvo, fueron las que registraron mayores caídas, en tanto Smart, Mini y Mazda incrementaron de manera ligera sus ventas. En sí, febrero ha sido el peor mes desde 1999, “es decir, estamos casi a los números de hace 10 años”.
Entre las propuestas presentadas por ambos organismos se encuentran: Aplicación del programa emergente de renovación del parque vehicular; la exención temporal del ISAN hasta 300 mil pesos; incrementar la deducibilidad que se redujo en 2006, de 175 a 300 mil pesos.
Buscar esquema de depreciación acelerada; hacer más ágiles y flexibles los programas de financiamiento anunciados por Nafin y Bancomext; aplicar la segunda etapa en el control de importación de vehículos usados con el sistema nacional de inspección técnica vehicular, para conocer las condiciones físico-mecánicas, etc.
Finalmente Agustín Ríos, presidente de la INA, dijo estar de acuerdo con lo expuesto por los presidentes de AMDA y AMIA, a lo que agregaría el financiamiento para el sector autopartes.
Esto debido a las reducciones registradas tanto en las ventas como en la producción. La industria de autopartes, dijo, se ve directamente afectada por estas reducciones en el mercado, tanto doméstico como el norteamericano.
“Estamos atrapados en esta situación de que no hay demanda para partes adicionales y el mercado de importación se nos ha reducido en forma importante. Se trabaja de cerca con el Gobierno Federal para el programa de paros técnicos, pero desgraciadamente crece el desempleo en la industria.
“En las inversiones también vemos que desde el año pasado se redujeron. Es una situación que afectará también el siguiente año, por ello urge que se tomen medidas como en otros países, para reactivar el mercado doméstico”.