Mercedes-Benz Autobuses tiene asegurada una producción constante hasta marzo del 2023, ello gracias a la calidad de sus productos y a la confianza de sus clientes que han optado por los modelos de la marca.
Raúl García, director de Operaciones de la Planta García de Mercedes-Benz Autobuses, explicó: “Los volúmenes de producción, actualmente, están en una media de 12 unidades por día; tenemos programas hasta marzo del siguiente año llenos, otra vez una muestra de la confianza de los clientes y una gran responsabilidad de atender esa confianza”, señaló García y agregó que la producción se compone aproximadamente de un 80% de autobuses urbanos y el restante 20% de foráneos y sistemas BRT.
Destacó que la planta está constantemente modificando la manera de trabajar para hacerla más flexible y así adaptarse a producir cualquier tipo de unidad.
“Afortunadamente nosotros, antes de la pandemia, habíamos preparado la línea para tener más flexibilidad y eso nos ayudó a reaccionar rápido; tenemos la capacidad de variar más o menos 30 a 40 por ciento de nuestro volumen, o sea, aumentarlo o disminuirlo con la misma plantilla”, afirmó.
Capacitación y certificación
Tal flexibilidad de la planta exige igualmente un personal altamente capacitado, por ello, los empleados tienen capacitaciones constantes que incluyen no solamente los temas técnicos, sino también la familiarización con las nuevas tecnologías.
“La situación actual requiere de la flexibilidad y trabajar diferentes tipos de producción, por eso contamos con una base muy sólida de principios y de personas que nos permiten atender el mercado y seguir teniendo, como hasta hoy, 24 años de liderazgo en el mercado, ya casi 25”.
Cuestionado sobre las capacitaciones al personal de “La Casa del Autobús”, el directivo explicó que, al ser una empresa global, Mercedes-Benz tiene una formación escalonada para que la gente mantenga un nivel de clase mundial.
“Lo que nosotros tenemos es una calidad Mercedes-Benz, que es igual en cualquiera de las plantas; puedo decir, por ejemplo, que las plantas del grupo están integradas a un registro de especificación de calidad, ese registro se hace de manera global, e itinerariamente se audita una de las diferentes plantas, a México le tocó el año pasado”, comentó.
Proveeduría y carroceros
El proceso para seleccionar a los proveedores de la empresa es complejo y exigente, y puede llegar a tardar hasta un año en autorizarse; sin embargo, los autopartistas saben que vale la pena porque ser un proveedor de Mercedes-Benz Autobuses México significa ser apto para suministrar cualquier planta de Mercedes-Benz en el mundo.
El proceso de selección implica el involucramiento de muchas áreas de la organización: Compras, Desarrollo de Proveedores, Calidad, Logística y Contable, entre muchas más. En la actualidad, Mercedes-Benz autobuses cuenta con 120 proveedores mexicanos, pero constantemente está buscando integrar más.
Y con respecto a la selección de los carroceros, el director de Operaciones de la Planta García expuso que cuentan con un área de Ingeniería del Producto, dentro de la cual hay un área de Ingeniería de Desarrollo de Carroceros.
“Trabajamos un sistema dónde hay varias etapas en el desarrollo”, añadió, aunque reconoció que la selección de los carroceros es indistinta para ellos desde el punto de vista de la producción del chasis.
“Realmente el proceso hacia la planta está enfocado a la producción del chasis. Es indistinto quién lo va a carrozar, para eso está la parte de Ingeniería”, advirtió.
Finalmente, el directivo se mostró orgulloso por el liderazgo que durante 24 años ha tenido Mercedes-Benz Autobuses: “Es un orgullo portar la marca, te da satisfacción ser parte de la misma y eso se transmite a nuestra gente, a nuestros operadores, distribuidores, empresarios. Siempre positivo ser parte de la familia Mercedes”.
Y, a pesar de que problemas como la crisis de los semiconductores o la proveeduría han afectado a toda la industria y Mercedes-Benz no es la excepción, la marca de la estrella ha sabido sortear las dificultades, gracias a la flexibilidad de sus procesos y al estudio de la situación.
“Tenemos una afectación que no va más allá del 5%. Hay que estar monitoreando constantemente cómo vienen los pedidos, las entregas, los buques, cómo viene todo para poder sincronizar y que llegue a producción; por eso mismo el esquema que tenemos en la producción es flexible”, concluyó.