El documento “Diálogo con la industria automotriz 2024”, fue presentado el pasado 20 de mayo a los candidatos a ocupar la presidencia de la República Mexicana, con el fin de que conozcan la importancia de este sector en la economía, así como las propuestas de cuatro de los organismos cúpula de la industria automotriz.
Así lo indicó Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) en conferencia de prensa, quien junto con representantes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y la Industria Nacional de Autopartes (INA), en conferencia de prensa.
Rosales resaltó que la industria automotriz, es el principal generador de divisas, número uno en exportación de tractocamiones a nivel mundial, principal proveedor de vehículos y autopartes para Estados Unidos, cuarto exportador mundial de vehículos pesados, cuarto productor mundial de autopartes, quinto de vehículos pesados de carga, sexto de vehículos de pasajeros, sexto exportador mundial de vehículos ligeros, séptimo productor de vehículos ligeros a nivel global y por su tamaño de mercado interno a nivel global ocupa la doceava posición. Asimismo, la industria automotriz genera 2.1 millones de empleos en toda la cadena.
El documento en cuestión trata puntos como la industria automotriz como motor de la economía y desarrollo social de México; la relación del país con Norteamérica; la movilidad en nuestro país en camino a la descarbonización; estrategias y prioridades para mantener el liderazgo mundial, así como construir un diálogo y coordinación permanente. “Es importante empezar a trabajar con quien ocupe la presidencia de la República a partir del 1º de octubre, desde el momento en que inicie la transición”, dijo.
Para la AMDA, mencionó Rosales, es importante trabajar juntos los representantes de la cadena del sector automotor y recuperar el diálogo constructivo con el gobierno de México, ya que se tiene el reto de avanzar en la demanda potencial que tiene el mercado automotor. Recién, dijo, se están recuperando los niveles con los que se cerró el 2018, este año se alcanzará 1 millón y medio de unidades de vehículos ligeros en el país, abajo del récord del 2016 y en la comercialización de vehículos pesados, el pronóstico para este año es cerrar con un nuevo récord.
Urgió reconstruir un sistema nacional de control vehicular, que sustituya al Registro Público Vehicular, así como adecuar el sistema de prevención de lavado de dinero y actualizar el esquema fiscal para que la venta de vehículos deje de ser únicamente visto por los gobiernos federal y estatales, como un procurador de recursos y se convierta el esquema fiscal en una oportunidad de renovación que privilegie los vehículos más limpios.
En su momento, Odracir Barquera, director general de la AMIA dijo que el sector automotor de nuestro país se ha convertido en el motor de México, gracias a una visión que se tuvo en los años 90, que fue la de abrir el país al comercio mundial dando la visibilidad y atracción necesaria para captar inversiones productivas históricas, que hasta hoy se mantienen en el país.
En 30 años de tratados comerciales, iniciados por el TLCAN, México se ha desarrollado y consolidado como potencia automotriz mundial, “posicionándonos entre los 10 principales productores y exportadores globales, tanto de vehículos ligeros como pesados; tiempo en el que de construyó en el país la capacidad de una de las cadenas de proveeduría automotriz más sólidas del mundo”.
Dicha apertura, continuó, permitió expandir el mercado interno al incorporar una amplia oferta de marcas y modelos que han cambiado el panorama vehicular de las calles de México. El T-MEC está consolidando lo que se inició en los 90 para refrendar la alta integración automotriz de América del Norte, que nos ha llevado a ser la segunda región del mundo en producción y exportación de vehículos y autopartes.
“Estamos en la antesala de una elección histórica, quien gane va a tener que enfrentar en su administración entre 2024 y 2030 una serie de hitos importantes. Le tocará aprovechar esta última etapa de la oportunidad de relocalización de cadenas que se ha dado por la coyuntura internacional y asegurar que México pueda entrar en esa oportunidad”.
Indicó que también le tocará la revisión del T-MEC en 2026 y asegurar que se mantengan y mejoren las condiciones y ventajas que este tratado le ha dado a México y a la industria automotriz, además del cierre de la agenda 2030, los objetivos de desarrollo sostenible.
Y en materia automotriz, a esta nueva administración le tocará impulsar a México en esta carrera global del cambio histórico hacia las nuevas tecnologías, para aprovechar esta segunda oportunidad de desarrollo del país que trae la electromovilidad, la oportunidad real de atracción de inversión más importante hacia las siguientes décadas en México.
Con la electromovilidad el mundo está cambiando, se requerirán componentes que significan la oportunidad de inversión en nuevas industrias en innovación y en mayor preparación de talento para la nueva demanda laboral. “Es importante entender que el mundo de una sola tecnología vehicular ya acabó, a partir de ahora convivirán varias tecnologías, dando más opciones al consumidor, pero también impulsando mayor innovación y desarrollo.
“En estos 30 años el sector automotor ha sido clave para México y nuestro país ha sido un pilar de la industria global; hoy tenemos la mayor oportunidad de futuro compartido, debemos tener una nueva visión como la que se tuvo en los 90. La industria automotriz es el futuro de México, trabajemos juntos por ese México próspero y equitativo que queremos en las siguientes décadas”, finalizó.