En México, a pesar de las circunstancias en las que se encuentra operando el autotransporte de carga, éste es muy competitivo, trabajando con una flotilla nacional de cerca de 400 mil placas de servicio público federal que mueven el 83 por ciento de las mercancías que se consumen en el país.
Dijo Jorge Cárdenas Romo, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga en México (CANACAR) y candidato de la planilla de unidad 2009-2010, quien agregó que “en ese sentido, la búsqueda de los mecanismos que resuelvan nuestros problemas inmediatos y a futuro son acciones que tenemos que hacer, gestionando con el Ejecutivo y el Legislativo”, mencionó.
Lo anterior fue manifestado por Cárdenas, como parte de su agenda de trabajo por diversos estados de la República, en los cuales se ha reunido con las distintas delegaciones regionales de la Cámara, para dar a conocer sus propuestas de campaña atendiendo las necesidades del sector, y transmitiendo su mensaje de unidad gremial.
Cuestionado sobre los avances del sector, el presidente actual de la CANACAR y candidato de la planilla de unidad, reconoció los avances en la reducción a los aumentos del diesel, así como el ‘acreditamiento’ en los impuestos retenidos que hacen las empresas (IEPS); además de las facilidades administrativas en el ISR.
“Falta reconocer en ese rubro los gastos que se hacen en el camino, aún tenemos problemas para deducirlos, pero hemos logrado establecer las comisiones de seguridad y lo más importante: se detuvo la importación masiva de unidades chatarra, con el decreto de protección ambiental para México, que no nada más beneficia al transporte, sino al país”.
Obtener certidumbre para la actividad del autotransporte de carga para alcanzar los niveles de años anteriores es de vital importancia, ante los saldos negativos, que dan muestra hasta de un 40 por ciento abajo, en los volúmenes de operación.
“Solo el diesel y los gastos por concepto de Capufe, hoy representan 50 por ciento, a donde las ganancias se nos van. El aumento en las casetas de peaje en el autotransporte ha sido de 3.8 por ciento, significando un impacto que representa alrededor de 1 por ciento para las flotas nacionales; situación que afecta los flujos de efectivo de las empresas, y vuelve prácticamente imposible repercutir estos incrementos a los usuarios”.
“En el caso del diesel, que es más caro en México que en Estados Unidos, estamos de acuerdo que se manejen precios internacionales, pero no como un sistema recaudatorio. Vamos a estar al pendiente de la nueva Ley de Ingresos que se está preparando llevar al Congreso, para cabildear con una nueva legislatura a partir del primero de septiembre y alcanzar un país con un transporte fortalecido”.
Y agregó, “presentaremos un estudio ante la SCT, para establecer los costos-beneficios por cada tramo carretero; y ver el impacto de cobros específicos y de que manera podemos reducirlos por uso constante”, concluyó.