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Gobiernos entrantes de CDMX, Morelos y Puebla buscarán mejorar la calidad del aire

El Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés), a través de la iniciativa TRUE (The Real Urban Emissions Initiative), colaboró con la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) para llevar a cabo un análisis de las muestras de emisiones de vehículos en condiciones reales.

Ello con el objetivo de proporcionar un panorama completo de las emisiones de vehículos de pasajeros y taxis en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y apoyar de esta manera a las administraciones de estas localidades, en el desarrollo de respuestas efectivas a la contaminación de aire y la salud ambiental de la población.

Para ello, fueron realizadas pruebas en 21 localidades en total, 10 en la Ciudad de México, 8 en el Estado de México y 3 en Puebla, con una muestra de aproximadamente 45 mil mediciones válidas de las emisiones reales de monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC) que contribuyen a la formación de ozono, así como de óxidos de nitrógeno (NO) y humo UV de vehículos de pasajeros, taxis y camiones ligeros (98.6% a gasolina).

El análisis arrojó evidencia sólida que respalda dos estrategias clave para reducir las emisiones:

. Enfocarse en un porcentaje de vehículos de pasajeros y taxis con altas emisiones, mejorando los programas de inspección y mantenimiento y promoviendo su reemplazo, puede resultar en reducciones significativas de emisiones

Las pruebas realizadas mostraron que los automóviles más antiguos son responsables de una gran parte de las emisiones; los vehículos de pasajeros de entre 1994 y 2005, que representan el 7% de la flota muestreada, en el Estado de México aportan entre el 25 y el 42% de las emisiones totales de todos los contaminantes. De estos, los taxis significaron las emisiones más altas con niveles entre 2.2 y 3.1 veces mayores en todos los contaminantes. Taxis Nissan Tsuru modelo 2014, mostraron emisiones de NOx más de 10 veces superiores a las de los vehículos de pasajeros modelo 2014.

. Las regulaciones estrictas para fomentar la transición hacia vehículos de bajas y cero emisiones, como medidas cruciales para combatir la contaminación del aire y los problemas climáticos

Los vehículos relativamente más nuevos en la Ciudad de México (2015) emiten al menos el doble de hidrocarburos (HC), contribuyendo a la formación de ozono (O3), en comparación con los vehículos más antiguos de Tier 1 en Estados Unidos y Canadá (2002/2003).

Algunos modelos de vehículos populares certificados según la norma nacional de emisiones más reciente en México, mostraron contaminantes más altos que el promedio de la flota por lo que dicha norma no es suficiente para asegurar bajas emisiones en condiciones reales. Además de que la gasolina en México tiene un alto contenido más alto de azufre en comparación con la de Estados Unidos y Canadá.

Frente a este panorama, las nuevas administraciones de la jefatura de gobierno de la CDMX y de las gubernaturas de Morelos y Puebla, tienen la oportunidad de comprometerse a mejorar la calidad del aire en sus entidades al integrar en sus propuestas de campaña y futuros proyectos de política pública:

  • Reemplazo de los modelos de taxi con mayores emisiones por modelos de cero emisiones y de menores emisiones para reducir significativamente las emisiones de taxis en condiciones reales
  • Armonización y fortalecimiento de programas de inspección y mantenimiento en toda la megalópolis de la Ciudad de México, para facilitar la identificación y corrección de vehículos con altas emisiones
  •  Implementación de la zona de bajas emisiones propuestas en el centro de la Ciudad de México para 2024, con el objetivo de acelerar la reducción de emisiones de los vehículos más antiguos

Los especialistas del ICCT recordaron que la coordinación entre vario estados para adoptar regulaciones más estrictas, podría reducir significativamente las emisiones en espera de actualizaciones regulatorias a nivel nacional, además de la implementación de incentivos financieros y no financieros, como el desarrollo de infraestructura de recarga, la asignación de estacionamiento preferencial y el aumento de la conciencia de los consumidores, puede facilitar la transición hacia vehículos de cero emisiones.