No se cumplió la meta programada de 1’200 mil unidades vendidas en el 2006, al alcanzar 1’175 mil 761 vehículos, lo que representó un incremento marginal de 1.1% con respecto al año anterior. Las ventas en diciembre tuvieron una disminución de 4% respecto al mismo mes de 2005.
Indicó lo anterior Alfredo Llorente, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), quien aseguró que este fenómeno se debe a las nuevas medidas propuestas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para reducir la deducibilidad de los autos nuevos.
Lo que vino, continuó el directivo, a agregarse a la importación de autos usados provenientes de Estados Unidos y que llevó al estancamiento del mercado interno.
Asimismo recordó que como consecuencia de las modificaciones fiscales, se prevé una pérdida de 5 mil empleos en los primeros meses del año, en toda la cadena productiva, desde autopartes, pasando por la industria terminal y concluyendo en los distribuidores.
Otro punto de preocupación para diferentes industrias es la modificación al impuesto al activo, pretendiéndose reducir la tasa de 1.5 a 1.24%, “se reduce la tasa pero cambia la base de cálculo del impuesto y a las empresas que por su naturaleza viven endeudadas se las cambiará diametralmente la vida.
“Es el caso de las agencias automotrices, la mayor parte de sus inventarios, los de mayor valor, autos o camiones, son sujetos al pago de créditos, ya sea a la financiera de la planta o a los bancos”. Por lo anterior, Llorente aseguró que en este 2007 no se vislumbra un panorama halagador.
Según datos de la AMDA, Existen más de 200 mil unidades en los inventarios de los distribuidores, es decir, 30 o 35 mil millones de pesos, y si no se les permite restarlos de la fórmula del IMPAC, las empresas no podrán pagar el impuesto, y esto se convierte en un hecho confiscatorio.