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Textar te comparte consejos para asegurar un buen rendimiento de tus frenos

Después de un reemplazo de frenos, muchos usuarios piensan que una vez que salen del taller, el trabajo está hecho. Pero hay ciertas cosas que los conductores pueden hacer para asentar sus frenos nuevos y asegurarse de que están funcionando al máximo. Scott Irwin, Jefe de Entrenamiento Técnico en Textar, ofrece sus principales consejos para el cuidado posterior tras el reemplazo de frenos para obtener el mejor rendimiento y longevidad de sus frenos nuevos.

‘Asentando’ los frenos nuevos

El asentamiento se refiere a tratar los frenos suavemente durante los primeros 200 km para acondicionar completamente las pastillas de freno a los discos y maximizar el rendimiento de frenado. El asentamiento de los frenos nuevos es clave, especialmente para los discos recubiertos, ya que asegura que el recubrimiento no se incruste en la superficie de fricción de las pastillas de freno. Para discos recubiertos, frene suavemente y con cuidado desde una velocidad máxima de 50 km/h para asegurar un asentamiento adecuado.

Frene con cuidado para evitar el sobrecalentamiento

Las condiciones de frenado bruscas también pueden hacer que las pastillas se sobre calienten y afecten el rendimiento del frenado. Por lo tanto, los conductores deben evitar frenadas bruscas y que generen un calor excesivo en los frenos. Debe haber un intervalo entre las frenadas para evitar la acumulación de calor. Además, los conductores deben evitar exponer los frenos nuevos a cargas extremas durante la fase de asentamiento.

La importancia de revisar el líquido de frenos

También recomendamos explicar la importancia de revisar y reemplazar regularmente el líquido de frenos a los clientes. El líquido de frenos se deteriora con el tiempo y no se ve muy afectado por la distancia recorrida. Los líquidos de frenos convencionales son higroscópicos, lo que significa que atraen y absorben la humedad del ambiente.

Este proceso ocurrirá a lo largo de la vida útil del servicio, aunque el líquido de frenos esté en un sistema de frenos “sellado”, ya que las moléculas de vapor de agua pueden penetrar lentamente en las mangueras de freno de goma flexible. Con el tiempo, esto resulta en una disminución del punto de ebullición del líquido de frenos y aumenta el riesgo de corrosión de los componentes metálicos.

A medida que aumenta el volumen de humedad en el líquido de frenos, el punto de ebullición eventualmente alcanzará un nivel crítico donde se vuelve peligroso. Siempre siga la recomendación del fabricante del vehículo sobre cuándo cambiar el líquido de frenos. Si no se da una recomendación, para una seguridad óptima, el líquido de frenos debe cambiarse cada 18 meses.

Aproveche la oportunidad después del reemplazo de frenos para hablar con los clientes sobre otros tipos de mantenimiento de frenos, incluido el cuidado posterior, el asentamiento y la revisión del líquido. Estos simples pero efectivos consejos maximizarán el rendimiento y la longevidad de las pastillas de freno para el cliente.